Visión del llano

Visión del llano
fotografía por Joha Juárez

jueves, 15 de mayo de 2014

Primera noche de Poesía Elástica en Felisa


(strecht)

Diego Erlan

La historia no empieza así. 
Ni con gritos ni con llantos ni siquiera cuando la madre le pregunta al 
chico cómo es el rostro de una mosquita muerta. 
Quiere acordarse. 
El chico cierra los ojos, cierra la boca, hace fuerza para recordar algo 
pero no lo consigue. 
Y la historia no empieza. 
Sabe que tampoco empieza con la imagen del padre que deja de hablar 
y la del chico que se esconde en el placard y encuentra una bolsa con 
tres casetes grabados de la hermana. 
El chico, entonces, quiere acordarse de un día de carnaval en el pueblo 
de La Maruja, de la mano de Greta aferrada a la suya, de aquel largo 
pasillo en la casa de su abuela. 
Quiere acordarse. 
Porque la historia empieza el día en que mi hermana murió. 

El amor nos destrozará, Tusquets 2012



Felipe Ojalvo



Aníbal Chicco Ruiz

Paladar negro

Hola perro negro
Mi amigo fiel de las alturas
¿Te acordás de nuestos juegos?
Encerrarse en el ropero.
Meterse al bosque y perderse.
Huir de casa, dormir en la plaza.
Golpearse el pecho.
Caminar hasta el borde y saltar.
Sólo vos, perro negro,
vos y esta carcasa de escarabajo
que me invento.
Paladar  negro
sé que me extrañás y me temés
pero a mí me hace bien este torbellino
de fin del mundo
en el brillo tembloroso de tus ojos.
Vení,
ya nos dejan solos
la balsa se va para Alto Verde,
las olas están endiabladas
pero tenemos estas remeras rockeras
como único salvavidas.
Mi perro negro,
no sabés,
que desgaste éste,
que caos este latido,
tanta delicadeza que se cae todo.

Diego Planisich

El cristo de las cañerías

Acá el problema es el sarro
Es el cristo de las cañerías y
desagües
Cuando todavía nos bañábamos
con el tachito de agua
se tapaba a cada rato y
más de una vez fue pararse
bajo una glándula lagrimal
Acá el problema es que el agua
es dura, de pozo, tan rica
como la carne del corazón.

Diego Oddo

The flame sky

Imagino el cielo –el paraíso–
Como una habitación fresca y celeste
Cortinas blancas como nubes
Movidas por la fuerza justa del viento.

Almas sobre almohadas de pluma
Respirando olor a vívere,
Y el nene devenido ángel
                                         Cayendo lento,
                                                       chuavechito
                                                                   chuavechito.

Senos perfectos perfumados a uva
Odaliscas danzando “The flame sky”.
Un aire acondicionado constante y eterno,
Como entrar al shopping una siesta de enero.

El cielo, si existe,

Es una banda ancha sin límites

Con acceso a todos los secretos del universo.






Los recobrados: Mary Hechim recobra a Aldo Oliva



Aldo Oliva




ALCOHOL

Pétalos que huyen en el fuego
es la más pura construcción de la noche.
Su sistema progresa en una dolorosa combustión de silencio.
Es lo que va pasando a través de mi cuerpo,
ardiendo lo que me deja solo,
la mano ávida extendida, desdeñada en la sombra,
vibrando entre máquinas consagradas y motivos solemnes.

Sin embargo, los ojos que prevén la razón
de este exilio,
la ira que pasa y retorna, pasa y retorna
vadeando el castigo y es la más pura
construcción de la noche
estallando en la mano extendida como un conocimiento,
los ojos ávidos de la ira,
su punzante síntesis vadeando el castigo,
urden la irremediable destrucción de la noche,
la absoluta extinción de las tumbas vigentes
de tierra inútil
y conciertan las sangres laterales
en la patria de leche endurecida
y el mero sol y un canto.

Los teléfonos definitivos propagan la leyenda.

CAZA MAYOR

La verdad nunca tuve entera fe en los pájaros.
Quedé niño de honda en tensión testimoniando
festivales y duras conjeturas,
asedios, pedradas e iluminaciones
en el berretín de la tiniebla.

Las palabras trocadas, fuego del juego,
su constelación bajo las constelaciones,
voces altivas que confundí con el amor.

No tuve fe en los pájaros.

Antes que la estrategia azul me desolara
gemí muy hondo esquinando en la furia de mis nervios,
bajé al río a beber
maldije la decencia,
sangré tristes criaturas de alcohol irrestañable,
construí un mundo, era de ceniza, contra el poniente lo aventé.

Cada mañana salgo de la tumba y reinicio este canto.
En: “De Facinatione”, 1997

Fuente: http://aromitorevista.blogspot.com.ar/2009/10/aldo-oliva-1927-2000-frente-al-balcon-y.html