Visión del llano

Visión del llano
fotografía por Joha Juárez

lunes, 26 de mayo de 2014

La última noche de poesía: Natale y Henderson

Pablo Natale


Antología del Cachalote contemporáneo
(fragmentos)
I
Todo a mi alrededor es un dibujo
me siento en uno de esos primeros videos
que salían en mtv
o como fido dido, atrapado en una isla
fido dido se parecía al actor de forrest gump
y el actor de forrest gump se parecía
al de la película esa
en la que un náufrago vive solo y apartado en una isla
y todo eso se parece a
una novela del siglo xviii de un inglés
de buenas intenciones pero mala actitud
las ideas detrás de la novela eran
“cada uno es una isla”
“dios provee”
y “ocupemos nuestro territorio”
o sea, si al náufrago le daban un lápiz
hubiese dibujado sin parar
trazando líneas entre las colonias y el imperio
líneas entre ser fiel y ser un súbdito
y entre la soledad y la obligación
pero mientras tanto
¿ven lo que les digo?
ni vos ni yo
podríamos dibujar
nada que se parezca a nosotros
y menos aún
podríamos hacer
el dibujo de un pez
y las demás cosas que contemplamos
con la mirada perdida
solos en la mesa común.

V

Una ballena se encontró con un cachalote
y le dijo sos como un mercedes benz
pero con la piel dura,
y el cachalote le dijo
sos como una actriz porno, pero con la piel dura
y la ballena y el cachalote se encontraron
con un pez y le dijeron
para dónde va el agua, hombre
no soy un hombre, soy un pez
dijo el pez
que se parecía muchísimo a un
empresario o productor
esa gente de clase media que
se llena de plata
esa gente que mira a las ballenas y cachalotes
como si fuesen un paisaje y un chiste
como si pudiesen estrujar toda esa piel dura
y saciar su sed
claro que todo
cambió cuando apareció una sirena
venía a los palos
de un recital de folklore
en el medio de suecia
y les dijo
vos sos un pez
vos sos un cachalote
vos sos una ballena
son todos una industria
y yo soy la sirena
la materia
de los sueños.

Daiana Henderson

Roedor

El niño sacó la dentadura postiza
y llenó de monedas
el vaso de agua, a la orilla
de la mesa de luz de su abuelo.
Estaban más doradas que
ninguna, como pulidas.
Miento. Yo no lo vi,
solamente me lo contaron
y estoy segura de que, además,
la anécdota es mentira.
Pero dejen que me quede
con la filmación mental
de las monedas expulsando
finos hilos de luz
que se atan a las puntas del sol.
No me quiten eso.




El arte de contener la respiración

Mi hermano desmayado en el fondo
de la pileta olímpica del club
es un recuerdo sordo.
El Colo lo descubre y sale,
cargándolo a la manera de Superman;
sólo que en vez de llegar la prensa
llega la ambulancia.
Mi mamá le sostiene la cabeza,
llora, de rodillas, ante la lástima
de las demás familias.
Tengo cinco años.
Veo la boca de mi madre
gesticular el nombre de mi hermano
pero no escucho nada.
Nos llevan a mí y a mi hermana
a la oficina del presidente
del club y nos dan seven up.
Mi hermano sobrevive y, habiendo
obtenido el título de campeón argentino,
deja de nadar.
Ya en casa, lo veo en la cucheta
tan débil que ni ganas me dan de pelearlo.
Con un tubo de papel higiénico y cartulina
le hago un globo aerostático.
Adentro del canasto estamos nosotros,
decimos algo.


Un foquito en medio del campo
Editorial Municipal de Rosario, 2013.